Luego de una noche de insomnio en la que no paraba de pensar en lo que era mi nueva vida, desperté súper inspirada con la idea de escribir mis experiencias actuales. Pensé en una película que vi hace unos días con la que me sentí muy identificada, salvo por el final que fue un final feliz y me cargó. me imagine a mi misma sacándole humo al teclado escribiendo, con las palabras fluyendo en mi cabeza, tranquila...pero la Rafaella esta despierta y aquí estoy: amamantando mientras escribo.
Estoy recostada con mi hija de casi 5 meses pegada al pecho, el pc detrás de ella con mis manos estiradas a todo lo que dan escribiendo muy lentamente letra por letra y tratando de detener esa pequeña manito que amenaza con borrar todo accidentalmente, porque no, no se ven signos de que quiera dormir, solo esta tomando leche atenta a todo lo que sucede a su alrededor.
Sigo cayendo en la trampa de imaginarme dedicando tiempo a algo que no sea ese pequeño ser humano. A ratos puedo, pero todo lo que hago siempre, es de manera intermitente y otras veces definitivamente las dejo de lado.
Siempre escucho los consejos de mamas que logran mantener una casa, otros hijos y hasta un marido contento mientras cuidan a su bebe. Yo no puedo. yo con suerte como, a veces hago aseo, no recuerdo la ultima vez que me di un buen baño, uno relajado y completo (con depilación incluida) y hasta a mi gatita le doy caricias rápidas porque la guagua es demandante. Todos los días son una nueva aventura, una nueva torpeza y un nuevo aprendizaje.
Pero mi hija esta bien, esta sana, se rie a carcajadas, se desarrolla de manera normal y es feliz conmigo.
Creo que mi instinto me ha guiado bien....Aun estoy en rodaje.
